Cuando la mamá participante, todavía en periodo de lactancia y baja por maternidad, me preguntó si podía asistir a la certificación con su hija de 4 meses, debo confesar que me sorprendió: nunca antes se me había presentado la situación.
Pero, ¡qué demonios!: hablé con ella y, asegurando que el resto de participantes eran conocedores, nos lanzamos todos a esta nueva experiencia.
La mamá ha sido una máquina, con todo tipo de imaginativos recursos y la bebé, la más buena y simpática del mundo. Y al resto, lejos, muy lejos de entorpecer, nos ha aportado un plus extra de ternura y empatía.
Así que, ¡millones de gracias a todos y especialmente al tándem mami-hija por todo lo que nos habéis dado!
En este lunes previo al #diadelamujer del #8marzo, me parece importante reflexionar sobre la posibilidad de normalizar la crianza en la conciliación.
¡Feliz semana a tod@s!

コメント